Arte con IA vs. Arte Generativo
Una Odisea al Fascinante Mundo del Arte con IA y el Arte Generativo
(Lectura de 6 minutos)
Hey, aquí Jorge, creador de Web3 En Corto. Sé que el arte creado por Inteligencia Artificial ha sido un tema fascinante en los últimos meses.
Sin embargo, hay mucha confusión sobre cómo diferenciar el "arte con IA" del "arte generativo". En este artículo, quiero aclarar la diferencia entre estos dos tipos de arte. Mi meta es que al terminar de leer, todos tengamos una mejor comprensión de lo que hace único a cada tipo de arte.
De esta manera, podremos apreciar mejor el valor artístico y cultural de estas obras. Y lo más importante, podremos coleccionar estas nuevas formas de arte de manera informada y consciente. No como una moda pasajera, sino con un verdadero aprecio por su creatividad e innovación.
Desde principios de la existencia de la humanidad, el arte y la tecnología han evolucionado de la mano en una relación simbiótica.
Los pigmentos naturales dieron paso a los óleos y acrílicos. Los retratos renacentistas adoptaron la perspectiva y la fotografía transformó la representación visual.
Hoy, esta danza creativa continúa con dos movimientos de vanguardia que prometen reinventar nuestra comprensión del proceso artístico: el arte creado con inteligencia artificial y el arte generativo algorítmico. Sumerjámonos en un viaje de exploración a estas fascinantes fronteras.
El arte de IA: Cuando las máquinas sueñan despiertas
El arte creado con inteligencia artificial (IA) ha emergido gracias a los avances en redes neuronales artificiales, una rama de la IA que busca emular la compleja actividad de nuestro cerebro.
Estas redes neuronales artificiales son sistemas informáticos entrenados con enormes conjuntos de datos, como millones de fotografías y obras de arte digitalizadas. Al reconocer patrones en estos vastos datos, las redes neuronales pueden generar imágenes completamente novedosas que coinciden con estilos y conceptos definidos por el artista.
Plataformas de vanguardia como DALL-E 2 y Midjourney permiten a cualquier persona crear imágenes hiperrealistas mediante simples descripciones de texto. Por ejemplo, la indicación "un astronauta contemplando la tierra desde un planeta extraterrestre futurista" puede dar vida a toda una obra de arte futurista. El artista guía con palabras, la IA plasma con píxeles. De ahí el término "arte colaborativo" otorgado a esta interacción creativa entre humanos y máquinas.
Algunos críticos argumentan que las capacidades actuales de las IA son limitadas, y que faltan décadas o incluso siglos para replicar la complejidad del genio humano.
Pero lo cierto es que artistas como Jason Allen ya producen magníficas obras ganadoras de importantes premios, como su obra “Théâtre D’opéra Spatia” la cual gano el primer lugar, en una competencia importante.
El trabajo de pioneros como Helena Sarin y Mario Klingemann sugiere que las IA podrían no estar lejos de alcanzar nuevos niveles de expresión visual y simbolismo.
Claro está, surgen preguntas éticas sobre la autoría y originalidad en este nuevo paradigma, donde tanto humanos como máquinas juegan papeles activos en el proceso creativo. Pero lo que sí está claro es que el arte de IA ha llegado para quedarse como una nueva e intrigante forma de experimentación estética.
El arte generativo: La belleza de los sistemas
El arte generativo tiene una rica historia que se remonta a los inicios de la programación informática.
En vez de modelos de IA pre-entrenados, está basado en algoritmos y códigos únicos diseñados por el artista generativo.
Este crea programas informáticos con reglas, instrucciones, aleatoriedad y automatización específicas. Al ejecutar el software, se producen imágenes, animaciones, esculturas y otros artefactos visuales siempre nuevos y variables.
Cada pieza generativa es creada en tiempo real de acuerdo a la receta algorítmica del autor. Cambiando una semilla aleatoria, el programa puede producir infinitas variaciones de una misma obra. Combina creatividad humana y computarizada: el artista concibe el ADN generativo y la máquina materializa miles de encarnaciones únicas de este código creativo.
El auge del blockchain, los NFT y plataformas como ArtBlocks ha catapultado el arte generativo a la escena mainstream. Hoy los coleccionistas compran ediciones únicas de obras creadas sobre la marcha por algoritmos.
Algunos artistas buscan belleza en la precisión matemática, mientras que otros inyectan cualidades más orgánicas y humanas a sus generativos. Sea como sea, este movimiento representa una nueva frontera en nuestra eterna búsqueda de la belleza.
Estos son algunos de nuestros artistas generativos favoritos de arte generativo:
Miguel Chevalier - Escultura cinética Substraction Studies
Everest Pipkin - Paisajes de píxeles generativos Progressions
Joanie Lemercier - Obra generativa Neither Flat nor Round
Snowfro - Colección generativa Round Trip en ArtBlocks
El futuro es prometedor
En conclusión, el arte de IA y el arte generativo ejemplifican un nuevo capítulo en la relación entre tecnología y expresión creativa. Si bien sus procesos difieren, ambos expanden las fronteras de lo que es posible en la intersección entre humanos y máquinas. Claro está, ninguno pretende reemplazar al arte tradicional, sino más bien enriquecer el vasto espectro de medios disponibles para la experimentación estética.
Conforme, artistas, programadores y pensadores continúen explorando estas formas, surgirán debates éticos y filosóficos muy interesantes. Pero por sobre todo, el futuro se ve prometedor para quienes creemos en el potencial de la tecnología para potenciar la creatividad humana.
¡Espero que ahora estés mejor equipado/a para evaluar estas fascinantes nuevas formas de arte!
A nivel intrínseco, recuerden considerar la creatividad, originalidad y habilidades técnicas detrás de cada obra. ¿Usa el artista la IA de una manera innovadora? ¿Hay algún mensaje o significado más profundo?
A nivel cultural, piensen en cómo esta obra se relaciona con temas y conversaciones en nuestra sociedad. ¿Agrega una nueva perspectiva? ¿Nos hace cuestionar suposiciones?
Claro, el valor del arte siempre será subjetivo. Pero entre más informados estemos, mejor podremos apreciar el contexto y contribución único de cada obra. Y quién sabe, ¡tal vez alguna pieza generativa encuentre un lugar permanente en los museos del futuro! Por lo pronto, sigamos disfrutando la creatividad humana + el poder de la tecnología.
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